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Claudia Salas habla de Arte 4 en la Revista Teatros

A sus 25 años, Claudia Salas se ha convertido en uno de los rostros jóvenes que más despunta gracias a su trabajo en dos series de éxito: “Élite” y “La peste”. También la hemos visto en “Centro médico”, en cortos y sobre las tablas ha hecho “No hay burlas con el amor” y “Aún respiras”, entre otros.

¿Cuándo, cómo, por qué supo que quería ser actriz? ¿Hay un momento concreto que marque el camino?

Desde niña siempre he querido ser todo, estaba muy receptiva frente a los estímulos que había a mí alrededor, tanto visuales como auditivos. Iba a profesión por semana por así decirlo, dependiendo de la película, obra de teatro o serie que estaba viendo en ese momento.

¿Qué herramientas son imprescindibles para su oficio?

Pero sí es cierto, que por mi quince cumpleaños mi padre me regaló una entrada para ir a ver el musical de “Hoy No Me Puedo Levantar”, algo curioso e irónico porque tiempo más tarde fue él, el que más se “opuso” a mi decisión de ser actriz y él también el causante de esta decisión, pues yo salí de esa función con una necesidad vital de subirme a un escenario y hacer sentir lo que aquel elenco me hizo sentir a mí en las dos horas y media que duró la función. Y supongo que esos dos factores hicieron que hoy en día, tenga la suerte de poder vivir de mi profesión y mi pasión al mismo tiempo.

No creo que puedan enumerarse porque considero que esta profesión es algo así como “una carrera de fondo”, siempre hay mil métodos nuevos que descubrir y con los que vas agregando esas “herramientas” a tu propia mochila. Pero sí es cierto que me parece indispensable el cuerpo y la voz, el trabajo que conlleva el cuidado de ambos y la importante necesidad que tienen a la hora de construir personajes.

Cuando uno toma la decisión de ingresar en una escuela, ¿qué ha de tener en cuenta a la hora de elegir una u otra?

Es muy relativo y una pregunta muy personal, pues esto es como todo, lo que puede funcionarle a uno es posible que a otro no. Yo soy partidaria de un buen trabajo de investigación previo, hacer un listado de las escuelas que crees que pueden encajar mejor dentro de tus criterios de búsqueda y concertar entrevistas personales con los docentes del centro, creo de hecho que de esta manera se puede crear un buen clima de confianza que terminará decantando la balanza hacia un lado u otro.

¿Por qué eligió usted Arte 4 y cómo describiría la línea pedagógica del centro?

En mi caso fue un proceso bastante peculiar, pues yo estaba haciendo pruebas para ingresar en la Real Escuela de Arte Dramático (RESAD), no conseguí el acceso y justo en este “proceso de investigación” del que hablaba antes, terminé reuniéndome con Juan Codina, actor y profesor de interpretación, cuya escuela no cuadraba del todo con mi disponibilidad de horarios y fue él quien de acuerdo a todo esto me recomendó probar en Arte 4 estudio de actores, a día de hoy es de los mejores consejos que me han dado en mi vida y estoy tremendamente feliz de haberlo llevado a cabo.

Todos tenemos una profesor o profesora que nos ha marcado, ¿quién es el suyo y por qué, ¿qué aprendió de él o ella?

En arte 4 es difícil quedarte solo con uno de los profesionales que han pasado por esas aulas, desde Ramón Quesada a Claudio Sierra, pasando por todos y cada uno. De hecho, me gustaría destacar que no sólo tuve la suerte de recibir una formación amplia y completa, sino que te forman en valores, como persona y como actriz.

¿Y alguna anécdota de su paso por la escuela que recuerde con especial cariño?

Miles, millones, infinitas. Aquí sí que es imposible quedarse solo con una. Pero bueno, intentaré ceñirme a la respuesta y quedarme con el viaje al festival de Covilha, en Portugal, por lo que significó para mi viajar a otro país para actuar en una función como es “El sueño de una noche verano” de William Shakespeare (qué a día de hoy aún sigo pensando que es un sueño y un privilegio poder viajar con tu profesión), por mis compañeros que a día de hoy siguen estando en mis vidas y se han convertido en parte de mi familia, y como no por ir de la mano con el director y maestro Ramón Quesada.

¿Qué consejo le daría a esa persona (o a sus padres quizás) a la que ahora mismo empieza a picarle el gusanillo de la interpretación? ¿Cuáles son los pasos a seguir?

Primero e indispensable que de verdad tenga ese “gusanillo” porque como dije esto es una carrera de fondo y de muchos “noes”, a lo largo del camino surgirán dudas, inseguridades, baches… pero si de verdad tienes esa necesidad de contar historias saldrás hacia delante y continuarás aunque todo esté cuesta arriba.

Y segundo, formarse. Es tremendamente importante el papel de las escuelas de interpretación, hay que formarse. Es muy necesario. Y para ello escojas la escuela que escojas, asegúrate de que no sólo te formarán en audiovisual, también en interpretación teatral, el escenario, las tablas, la madera es la madre de todo y para tener una formación completa hay que empezar por ahí.

Yo tuve la suerte de formarme en Arte 4, de la mano de grandes maestros y maestras y a día de hoy es un regalo poder decir que esas paredes verdes fueron, son y serán mi segunda casa. Y por último a los padres, decirles que apoyen mucho y acompañen a sus hijos en esta decisión, el papel de la familia es muy importante, entiendo que al principio todos son dudas, miedos e instintos de protección hacia nosotros que les hacen no estar muy de acuerdo con esta “vida”, pero precisamente es justo eso, hay mucha vida para equivocarse, volver a empezar, retroceder para avanzar de golpe, en fin, es un camino precioso que para bien o para mal va aportar experiencias maravillosas a los valientes que se adentren en él. Y para nosotros, salir a saludar y ver entre las butacas las sonrisas de orgullo y escuchar el aplauso de nuestros familiares es el mejor regalo.

Fuente de la entrevista: Revistas Teatros (revistateatros.es)